Una multitud se burla del "peor patinador" sobre hielo, hasta que este se levanta y les demuestra que se equivocan

Ene 21, 2021 by apost team

Cuando hablamos del comportamiento humano típico de nuestra sociedad, la gente no siempre muestra suficiente compasión por los demás. Sin embargo, a veces todo lo que necesitamos es un recordatorio de que es mejor ser amable con los demás si no estamos dispuestos o no somos capaces de echar una mano.

En 2011, durante una noche en el Bryant Park de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, un patinador aparentemente torpe, vestido con un suéter rojo, les recordó a todos que no siempre se puede juzgar un libro por su cubierta.

Asegúrate de llegar al final de este artículo para ver el video completo :-)

Para muchos neoyorquinos y visitantes frecuentes de la ciudad, pasar una noche sobre el hielo en la pista del Bryant Park es una tradición anual. Esta noche en cuestión, era una típica velada sobre el hielo en el famoso parque de Manhattan con familias, patinadores solitarios y visitantes de todas las edades deslizándose sin esfuerzo junto con sus seres queridos. Aunque la mayoría de la gente sobre la pista de hielo eran buenos patinadores, un hombre vestido con un suéter rojo sobresalía mientras tropezaba y se abría camino a lo largo del borde de la pista.

apost.com

Un mantenimiento de rutina pide a los patinadores que salgan del hielo

Lo que parecía una noche llena de diversión invernal para familias y amigos, fue interrumpida cuando el locutor les pidió a los patinadores que dejaran el hielo para hacer el mantenimiento de la superficie. Con un tono amigable, el locutor declaró: "Les pedimos que por favor sigan las instrucciones de sus guardias de patinaje y salgan del hielo lentamente y con seguridad. Muchas gracias". Aunque la mayoría del público se movió sin problemas hacia la puerta en el extremo más alejado de la pista, un hombre con suéter rojo rápidamente quedó solo en la pista.

Nadie se acerca a ayudar

Después de un momento, el hombre de rojo se quedó tropezando y luchando para mantenerse en pie. El locutor recurrió al altavoz una vez más, esta vez para hablarle directamente al misterioso hombre torpe. Pueden escuchar al locutor aquí cuando le dice:

"Señor, de nuevo le hablo al caballero del suéter rojo. Por favor, si puede volver, dé la vuelta, regrese a la salida, se lo agradeceríamos".

Uno podría asumir que a esta altura, un espectador compasivo habría regresado al hielo para darle una mano al hombre; sin embargo, la multitud de patinadores que lo observaban simplemente se quedó junto al hielo para mirar y burlarse mientras él luchaba por no caerse.

Talentos ocultos revelados

El conductor de la pulidora de hielo que realiza el trabajo de mantenimiento ha entrado con la máquina a la pista, mirando al hombre con una pequeña sonrisa, y le toca la bocina suavemente, lo que divierte al público. La multitud continúa riendo y burlándose del caballero de rojo, pero pronto quedarán perplejos cuando las habilidades del hombre parecen transformarse en algo más fluido y deliberado.

Pronto, el patinador comenzó a corregir de forma casi cómica sus tropiezos, abriendo casi completamente sus piernas a punto de caer, antes de juntar sus pies manualmente y continuar su torpe viaje alrededor del hielo.

Un cambio en el aire

En lugar de reírse y entretenerse con sus resbaladizas dificultades, la multitud ahora levantó sus teléfonos para grabar la improvisada actuación, sonriendo ampliamente y riéndose con un asombro infantil en lugar de burlarse del hombre. Lo que probablemente comenzó como cualquier otra noche en el frío aire nocturno del Bryant Park, pronto se transformó en una lección de vida sobre cómo no hay que burlarse nunca de alguien por su incapacidad de hacer algo tan bien como tú.

Después de todo, el Dalai Lama dio en el clavo con esta pizca de sabiduría:

"Nuestro principal propósito en esta vida es ayudar a los demás. Y si no puedes ayudarlos, al menos no les hagas daño".

Continúa el espectáculo

En el momento en que los espectadores comenzaron a animar al hombre de rojo, su cómica farsa se transformó en una elegante actuación con música clásica. Ahora él se deslizaba por el hielo con facilidad, avanzando y moviéndose de un lado a otro antes de hacer pequeños trucos que uno podría esperar ver en un evento de patinaje artístico. Él giró, levantó la pierna e incluso realizó pequeños saltos que generaron los vítores de la multitud que no hace mucho se reía a su costa.

En el video del evento, se puede ver cómo se ilumina el rostro del hombre mientras siente el cambio en la multitud. Él se divierte al demostrar su punto con claridad: no siempre se debe juzgar a alguien por las impresiones iniciales o por sus habilidades comparadas con las de uno mismo.

Por fin sale del hielo

Después de uno o dos minutos de deslizarse sin esfuerzo por el hielo y realizar trucos de principiantes y expertos para la multitud, el hombre misterioso del suéter rojo se detuvo suave y cuidadosamente frente a la ahora abarrotada puerta de salida. Cuando abre la puerta, finalmente deja la pista de hielo sin patinadores para que el equipo de la pulidora de hielo pueda comenzar su tarea, y el público lo recibe con vítores y aplausos.

Vemos esta historia con demasiada frecuencia: gente juzgando a otros por su apariencia o habilidades físicas, o divirtiéndose con la falta de ellas. El video de los espectadores que miran al patinador vestido con un suéter rojo en Manhattan, nos demuestra de que no se puede juzgar a un individuo observando solo un momento en el tiempo. A veces todo lo que se necesita es un poco de ánimo y energía positiva de una multitud para que cualquier entorno pueda transformarse en uno más atractivo y cómodo para todos.

¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que te ha divertido la falta de talento de alguien? ¿Qué habrías hecho si hubieras sido uno de los espectadores en la pista de patinaje en esa fría noche de invierno en Manhattan? ¿Habrías vuelto al hielo para echarle una mano o te habrías quedado al margen y te habrías burlado de él con los demás?

Cuéntanos tu historia o dinos lo que harías en esta situación. No te olvides de compartir esta historia y el video con tu familia y amigos para que aprendan la valiosa lección que enseña este simpático patinador en la ciudad de Nueva York. Quizás podrías inspirar a alguien a ser un poco más amable la próxima vez que vea a una persona teniendo dificultades.

Sigue hasta el final de la página para ver más historias :-)