Una madre es obligada a mudarse a su auto con su familia, pero generosas donaciones le cambiaron la vida

Nov 23, 2020 by apost team

Tener un lugar al que podamos llamar hogar es algo que muchos simplemente damos por sentado, en especial si nunca hemos estado en una situación de vivir en la calle. En esta reciente historia, una madre de cuatro hijos llamada Kenia Madrigal se quedó sin casa y se vio obligada a vivir en su auto con sus hijos, luego de que la despidieran durante la pandemia.

Una compañera de su trabajo creó una campaña en GoFundMe para ayudarlos a poner en orden las cosas y alquilar un espacio cómodo y seguro. Sin embargo, personas de todo el mundo hicieron donaciones y la campaña recaudó más de 74.000 dólares. Para septiembre, ya tenía un lugar donde vivir. Esta es la historia de Kenia.

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Un refugio es lo más básico que necesita un ser humano para sobrevivir. El concepto de hogar ha evolucionado para dejar de ser solo un lugar para el descanso nocturno; también se ha convertido en un espacio donde la familia entera se reúne a pasar tiempo de calidad, donde cada uno puede estar solo y relajarse después de un duro día. Una casa nos regala seguridad, un sentido de pertenencia, privacidad y muchas más cosas que son esenciales para nuestro bienestar.

Una profesora de gerontología de la Universidad de Kentucky, en Estados Unidos, llamada Graham Rowless, habla sobre la necesidad innata que tenemos los humanos de contar con una casa y explica que hay evidencia contundente de que el ambiente en el que vivimos está vinculado con nuestro nivel de bienestar. Explica:

"Tenemos la necesidad de un lugar que podamos llamar hogar. Sin embargo, para la mayoría es también un lugar que nos permite centrarnos: un lugar del que salimos cada mañana y al que regresamos cada noche".

Estar sin una casa nos afecta estas necesidades básicas y nos desequilibra. Y para los niños que atraviesan situaciones de este tipo, se podría ver afectado su crecimiento y su capacidad de convertirse en adultos centrados.

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Por desgracia, el miedo de perder el hogar fue algo que se hizo realidad para una madre de cuatro niños en Houston, llamada Kenia Madrigal. Luego de perder su trabajo durante la pandemia, Kenia no logró volver a encontrar trabajo y se retrasó en los pagos de su renta, lo cual la obligó a abandonar el apartamento junto a su familia. Ya que no tenía a dónde ir, Kenia y su familia se vieron obligados a vivir en su auto, una camioneta todoterreno, durante más de dos meses en el caliente verano.

Aunque la situación era terrible para toda la familia, más lo era para los niños más grandes que no podían asistir a la escuela, pues las clases eran por internet y participar en ellas desde el auto era imposible.

Kenia explicó para ABC13 cómo la familia se las arreglaba dentro del auto:

"Saco las sillitas. Bajo los asientos traseros y estos dos los llevo hacia atrás. Así que mi hijo mayor y yo estamos aquí y los más pequeños atrás".

Y añade:

"Es difícil mantener la calma, permanecer fuerte e intentar mostrarles a mis hijos que no hay nada de qué preocuparse. Es muy difícil".

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Contó al canal de noticias que su hija no deja de preguntarle cuándo irán a casa, a pesar de que no tienen una casa a la cual volver. Kenia seguía intentando sacar a su familia de esta situación, dando lo mejor de sí, y logró encontrar un trabajo; por desgracia, solo pagaba 11,50 dólares la hora, algo que no alcanzaba para alquilar un apartamento.

No obstante, luego sería bendecida cuando una compañera de trabajo llamada Chelsea Monroe creó una campaña en GoFundMe para ayudar a que Kenia y su familia pusieran las cosas en orden. Se planteó una meta inicial de 800 dólares, monto suficiente para encontrar un lugar apropiado donde alquilar, pero la página recibió donaciones de todos lados y en poco tiempo alcanzó más de 74.000 dólares.

Gracias a eso, Kenia logró encontrar un hogar para ella y sus hijos en septiembre y está emocionada por tener una cocina otra vez para poder cocinar de nuevo para su familia. ABC se puso en contacto con ella debido al increíble giro que dio su vida y ella les contó:

"Siento que finalmente estoy bien. Ya no tengo que estresarme tanto, no tengo que preocuparme tanto. Mis hijos tienen ya un lugar donde dormir".

Luego de que la llamaran por teléfono para decirle que había sido aprobada para la casa, Kenia lloró y quiso dejar claro que estaba profundamente agradecida con todos los que la ayudaron con donaciones. Contó para ABC:

"Honestamente nada de esto habría sido posible sin la ayuda de todos. No creo que estuviera aquí sin la ayuda de las personas que me apoyaron y donaron. Por esa razón estoy agradecida".

La historia de Kenia resalta la importancia de tener un hogar. Además de ser un lugar donde descansar o guardar nuestras cosas, los hogares brindan comodidad y seguridad, en especial durante momentos de necesidad. La gran cantidad de apoyo que tuvieron Kenia y su familia es algo conmovedor, pero su situación no es única. Es importante que sigamos considerando el problema de la gente sin hogar en nuestras sociedad para que podamos ayudar.

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