Una elefanta rescatada después de 70 años de abusos se pone a llorar al darse cuenta de que ya está a salvo

Sep 02, 2020 by apost team

Sook-Jai, una hermosa elefanta de 76 años de edad de Tailandia, había soportado toda una vida de malos tratos antes de ser rescatada finalmente por rescatadores del Elephant Nature Park, un santuario de elefantes, en 2017.

Cuando Sook-Jai emprendió un viaje de 20 horas para llegar a su nuevo hogar en el parque, los rescatadores se dieron cuenta de que empezó a llorar, justo en el momento en que intuyó que lo peor ya había pasado.

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Según Elephant News, Sook-Jai había pasado toda su vida en cautiverio. Aunque no siempre estuvo en una jaula, no pudo disfrutar de una vida de libertad. Nunca tuvo un hogar único y duradero. Todo lo contrario, había sido vendida y revendida a diferentes dueños que la trataron mal y que la obligaron a trabajar largas y agotadoras horas al día durante casi 50 años. Llegó a un punto en el que Sook-Jai no tenía la fuerza para seguir adelante.

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Después de pasar décadas y décadas actuando para los turistas, el cuerpo de Sook-Jai empezó a sufrir lo peor. Primero perdió la vista, y luego se quedó con una sordera casi total, haciendo realmente difícil su trabajo. Fue entonces cuando los amantes de los animales vinieron al rescate.

El Elephant Nature Park, que está asociado con la Save Elephant Foundation, trabaja para salvar a los elefantes de la desgracia y de la crueldad. En cuanto les informaron del estado de Sook-Jai, comenzaron sus esfuerzos para rescatarla. Después de un duro trabajo y dedicación, la pudieron llevar a Tailandia, donde tendrá un hogar permanente en el santuario para elefantes.

Según el santuario, Sook-Jai ha tenido una patrocinadora llamada Joan Báez, que ha dedicado su vida a ayudar a los elefantes que han padecido abusos, así como a prevenir que los sufran.

Después de un viaje de 20 horas a Sook-Jai, voluntarios y empleados del Elephant Nature Park lograron llevar a su nuevo destino a la elefanta, que en aquel momento tenía 73 años. Sook-Jai estaba en mal estado, con evidencias de abuso en todo su cuerpo. A su vez, los trabajadores pasaron las 20 horas de viaje hasta el nuevo hogar cuidando a Sook-Jai y tratando sus múltiples heridas.

El viaje hasta el santuario fue, probablemente, uno de los mejores momentos de la vida de Sook-Jai. Alimentaban a la elefanta hambrienta y la mantenían cómoda. Tratándola con dignidad, los trabajadores bañaron a la elefanta con el amor y la compasión que ella debería haber experimentado toda su vida.

Uno de los mejores momentos del viaje de Sook-Jai a su hogar para siempre te dejará con lágrimas en los ojos cuando lo veas. Después de recibir tanto amor y tanto cariño por primera vez en su vida, Sook-Jai se puso a llorar, literalmente. Claramente abrumada por la bondad de estos individuos, Sook-Jai baja la guardia, y su vulnerabilidad sale a relucir.

Hacia el final del viaje, Sook-Jai llega al santuario donde finalmente conocerá algo de descanso. Esta elefanta sorda y ciega no puede ver ni oír dónde está, pero sí puede percibir la amabilidad de sus nuevos cuidadores. Todo es una aproximación a lo que está a punto de experimentar. Ella sabe que es un buen lugar y que finalmente va a ser tratada con respeto.

La historia de Sook-Jai no es única. En todo el mundo, majestuosos elefantes como Sook-Jai soportan la crueldad a manos de gente sin escrúpulos que abusan con tal de ganar dinero. Afortunadamente, los valientes individuos que han dedicado sus vidas a los animales como Sook-Jai están ahí para protegerlos y salvarlos.

Aunque Sook-Jai pasó más de 50 años de su vida en cautiverio, esta elefanta encontró, finalmente, descanso y libertad. Si conoces a alguien a quien alegrar el día con esta conmovedora historia, asegúrate de mostrarle la asombrosa liberación de esta bella criatura.

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