Tímida madre de tres niños se hace un cambio de estilo completo

Ago 14, 2019 by apost team

Un cambio de estilo no solo se enfoca en el exterior. Esto es porque cuando mejoras tu apariencia suceden muchas cosas mágicas a continuación. Puede que te conviertas en alguien más seguro y que incluso comiences a tener mejor autoestima.

Una madre ha estado cuidando de sus tres pequeños hijos y lo único que puede hacer es recordar lo que era pensar en ella por más de cinco minutos. Rachel Ray invitó a Samantha para que apareciera en su programa. No había dedicado mucho tiempo a su apariencia en los últimos años, así que esto era algo nuevo.

Su cabello negro era largo y suntuoso, pero nunca hacía el esfuerzo de darle un estilo. Crecía tanto que se creó el hábito de donarlo luego de que diera a luz a cada uno de sus hijos.

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El estilista de Rachel Ray le cayó como anillo al dedo. Se planteó regalarle a Samantha un hermoso corte de cabello que encajara con su vida de madre ocupada. El corte iba a ser hermoso y al mismo tiempo mantendría su cabello de un largo práctico que ella pudiera estilizar cuando fuera necesario.

Tacones stiletto no serían prácticos para esta madre de tres; sin embargo, todavía estaba por recibir un cambio total desde la cabeza hasta los pies que funcionaría para ella.

Lo primero que necesitaban hacer era cortar un poco de cabello para darlo en donación. Luego de que cortaron su cabello, se dio cuenta de lo "liviana" que se sentía su cabeza, y también se sentía emocionalmente más ligera.

Samantha quería poder hacerse peinados, así que no quería que se lo cortaran todo. El estilista cortó justo por debajo de los hombros para que tuviera material para peinarse.

La audiencia no tuvo la oportunidad de ver toda la transformación, pero sí lograron ver la parte más importante.

A Samantha le dieron un pequeño vestido negro para que lo usara con tacones rojos, y cuando regresó al escenario, estaba sonriendo de oreja a oreja.

El cabello de Samantha le llega ahora hasta los hombros y tiene permiso para tener ondas.

Samantha no pudo verse en un espejo sino hasta cuando se subió al escenario y, cuando le llevaron uno, no pudo de parar de sonreír con su reflejo. Incluso sacudió sus bucles para la cámara.

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