Perro se lanza contra soldado en el aeropuerto, dejando a los desprevenidos transeúntes a lágrima viva

Sep 09, 2020 by apost team

Los perros han sido calificados durante mucho tiempo como "los mejores amigos del ser humano", y para este especialista del ejército de los Estados Unidos, Vance McFarland, esto se hizo realidad cuando fue desplegado a Afganistán. Durante su época de detección de artefactos explosivos en el ejército, McFarland trabajó codo con codo con un pastor checo llamado Ikar.

Los dos se convirtieron rápidamente en amigos íntimos, y McFarland explicó que tener el perro con él le hacía sentirse en casa. Este vídeo de 2015 muestra a estos dos mejores amigos reuniéndose de nuevo.

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Aunque los dos eran muy amigos, tuvieron que separarse cuando llegaron al Fuerte Bragg, en Carolina del Norte. Después de una rápida sesión de fotos, se separaron. Mientras Ikar era enviado de vuelta a Afganistán, se hizo evidente que no había necesidad inmediata de sus servicios.

En lugar de ponerlo de nuevo en acción, este valiente héroe se vio obligado a permanecer en un refugio de animales durante más de un año. Fue entonces cuando Mission K9 Rescue intervino para salvar el día, según informa USA Today.

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Kristen Maurer, que trabaja como presidenta de la organización, estaba ansiosa por ayudar a liberar varios perros como Ikar y darles la jubilación que merecían. Mission K9 Rescue se puso en contacto con Vance McFarland usando Facebook para descubrir si él e Ikar habían trabajado juntos alguna vez.

Aunque McFarland probablemente había pensado mucho en su viejo amigo durante sus tres años de separación, no tenía ni idea de que Ikar había terminado en un refugio. Se le rompió el corazón y aceptó abrir su casa a su viejo amigo. La organización de rescate se encargó de enviar a Ikar y a otros perros del ejército de vuelta a los Estados Unidos.

Esperando a que Ikar llegara, McFarland empezó a ponerse nervioso y a preocuparse de que, aunque él se acordaba mucho de su viejo amigo perruno, quizás Ikar no le recordaba a él. El temor de McFarland fue en vano. Mientras Ikar es guiado en su dirección, McFarland pronuncia su nombre y los oídos del perro se levantan inmediatamente. Cuando ve a su viejo compañero de guerra, Ikar se suelta del hombre que lo está guiando y corre a toda velocidad hacia McFarland. El veterano del ejército se tira al suelo y los dos comparten un momento especial juntos. Obviamente, los tres años de separación no habían roto su vínculo tan especial.

McFarland y su esposa ya tenían otros dos perros, y en 2015 estaban a punto de adoptar a Ikar y de agregarlo a su familia. Sabemos que Ikar recibe mucho amor y que estos dos compañeros de combate pueden disfrutar de una larga y feliz vida juntos.

Echa un vistazo a su historia en el vídeo de abajo:

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