Pasó 2 años y medio dejándose crecer el cabello, aunque lo llamaran "niñita". ¡Y todo por una buena causa

Ago 16, 2019 by apost team

El acoso escolar puede convertirse en una experiencia realmente devastadora, ya que es capaz de dejar cicatrices que perviven hasta bien entrada la edad adulta. La mayoría de los niños harían todo lo posible para evitar ser intimidados por sus compañeros. Al fin y al cabo, la mayoría solo quiere encajar entre sus compañeros de clase.

Esta es la razón por la que las acciones del joven Christian McPhilamy se han vuelto famosas en internet. Este valiente niño soportó terribles intimidaciones que podrían haberlo detenido fácilmente, pero más bien decidió soportarlo todo por una razón verdaderamente heroica.

Cuando Christian tenía seis años, estaba viendo la televisión con su madre, Deeanna Thomas, cuando pasaron un comercial del hospital St. Jude en la televisión. El anuncio presentaba a niños con cáncer que habían perdido su cabello debido a la quimioterapia. A pesar de sus diferencias físicas, Christian vio las caras de niños como él, y quiso hacer algo para ayudarlos.

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Christian quedó profundamente conmovido y le preguntó a su madre cómo podía ayudar a los niños afectados por el cáncer. Su madre le explicó que más allá de las donaciones financieras, muchas personas donaban su cabello para así hacerles pelucas a los niños que habían perdido su propio cabello.

En un acto de entrega total que asombró hasta a su propia madre, Christian se comprometió a dejarse crecer el cabello hasta alcanzar los 30 centímetros que se necesitan para poder hacer una donación.

Tal vez no se dio cuenta de que todo el proceso tomaría casi tres años. Durante ese tiempo, Christian pasó de ser un precoz chiquillo de seis años a un niño maduro de nueve. Tristemente, a esa edad es cuando suelen comenzar los incidentes de acoso escolar.

Aunque a Christian lo apoyaban muchas personas, también muchos de sus compañeros de clase se burlaban de él, y trataban de insultarlo llamándolo "niñita".

Para muchos niños de su edad, las burlas y la intimidación habrían sido imposibles de soportar. Sin embargo, Christian no es como los demás niños de su edad. Él se había comprometido a donar su cabello, y tenía la intención de cumplir con ese compromiso independientemente de los ataques verbales que recibiera por parte de sus compañeros de clase.

Casi tres años después, su cabello rubio y brillante ya medía 30 centímetros de largo. Finalmente llegó el esperado momento de cortarse todo el cabello para poder hacerle una peluca a otro niño que tanto lo merecía. Sin duda, ese fue uno de los días más especiales en la vida de Christian.

Actualmente Christian lleva el pelo bien bajito, a diferencia de la larga melena que llevó por tanto tiempo. Tal vez la evidencia física de su valentía ya haya desaparecido por completo, pero el recuerdo vivirá por siempre mientras difundamos su historia por todas partes.