Niño de 12 años hace trabajos extraños para comprarle lápida a su mejor amigo

Mar 16, 2019 by apost team

Existen amistades que una vez que comienzan, duran toda la vida. Estos amigos generalmente tienen muchos relatos conmovedores que contar. Pero esta historia muestra un vínculo mágico de amistad entre dos jóvenes que sobrepasó lo terrenal.

K.J. y Kaleb: mejores amigos por siempre

Kaleb Klakulak y Kenneth "K.J." Gross se convirtieron en mejores amigos en segundo grado. En lugar de jugar a la pelota, correr alrededor del parque y hacer la mayoría de las cosas que los chicos hacen al aire libre, Kaleb optó por pasar su tiempo con un amigo que estaba limitado a jugar dentro de su casa.

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Desde niño, K.J. fue diagnosticado con leucemia, por lo que pasó mucho tiempo de su infancia sufriendo en hospitales y recuperándose de múltiples cirugías. Una de ellas fue un trasplante de médula proveniente de su hermana, que lo ayudó a recuperarse. Desafortunadamente, tres años más tarde recayó en la enfermedad, por lo que fue necesario otro trasplante proveniente de un donante desconocido.

Finalmente, cuando quedó libre de cáncer en el año 2015, K.J. comenzó a sufrir de insuficiencia cardíaca congestiva debido a los estragos que había hecho la quimioterapia en su cuerpo.

La madre de K.J., LaSondra "San" Singleton, comentó lo feliz que estaba K.J. cuando regresó a casa de la escuela. Le dijo que había hecho un nuevo amigo, que su nombre era Kaleb y que tenía que conocerlo a él y a su madre.

Ella pudo notar que habían hecho "clic" instantáneamente y que no eran solo amigos, eran hermanos. Con el paso de los años, los chicos pasarían mucho tiempo juntos viendo televisión y jugando videojuegos, entre otros. Sin embargo, esos tiempos felices durarían poco tiempo.

La salud de K.J. decayó luego de conocerse que dos de sus válvulas cardíacas se habían vuelto permeables, por lo que necesitaría un trasplante de corazón para sobrevivir. Eventualmente, el niño tuvo que mudarse al hospital para poder ser tratado. Los doctores colocaron una bomba HVAD en su corazón, pero el dispositivo no parecía ser de gran ayuda.

También, su sangre tuvo que ser dializada debido a que sus riñones estaban fallando. El que alguna vez fue un sonriente K.J. se encontraba en la UCI cayendo en depresión. Así que el personal del hospital rompió las reglas y le permitió a su mejor amigo Kaleb visitarlo.

A pesar de no poder hablar debido a la intubación, Kaleb y K,J., de una u otra forma, fueron capaces de comunicarse. Jugaron videojuegos y vieron televisión en la UCI. K.J. incluso tuvo una petición especial: quería pintar, así que lo hicieron por un día entero. Hizo un dibujo para cada persona a la que amaba y luego durmió por tres días. Según su madre, K.J. supo que el final estaba cerca.

A la edad de 12 años, una falla congestiva del corazón de K.J. le quitó la vida. Su madre compartió que ella había discutido con él respecto al soporte vital y le dijo que la decisión la tenía él. Si quería pelear, ella estaría allí y si necesitaba parar, también.

En sus momentos finales, la madre de K.J. le preguntó si aún quería un corazón, una pregunta que le había hecho varias veces y para la que siempre recibía un "sí" como respuesta, pero esta vez K.J. no respondió. En su lugar, le dijo que no podía respirar. El ventilador estaba en su configuración más alta y su madre instantáneamente supo que su hijo ya había pasado por demasiado.

La madre de Kaleb le escribió a la Sra. Singleton para asegurarse de que todo estaba bien para la visita semanal, y esta inmediatamente respondió que era tiempo de que Kaleb le dijera adiós a su amigo K.J. debido a que se había tomado la decisión de desconectarlo del soporte vital. Era el primer día de mayo cuando Kaleb le dio el último adiós a su mejor amigo, pero aquí no termina la historia.

Luego de que K.J. falleciera, su madre, que había renunciado a su trabajo en una cafetería para estar tiempo completo con K.J. no podía costear una lápida para su tumba en el cementerio Elmwood de Detroit. Como puedes imaginar, no tener una lápida para el sitio final de descanso de tu hijo puede causar una gran carga mental y emocional para una madre en duelo.

Kaleb se puso en acción para ayudar a la madre de su mejor amigo. Recolectó botellas, hizo trabajos extraños, y él junto a su madre crearon páginas en las redes sociales para solicitar donaciones a través de PayPal. Su objetivo eran $2.500. Kaleb había recolectado ya la mitad cuando emocionado le llevó el dinero a la madre de su mejor amigo con unas flores y un pie de manzana.

Según elNew York Times,los videos y la cobertura de esta noticia ayudaron a que la historia se hiciera viral a finales del año pasado, lo que resultó en más de 3.000 contribuciones en la cuenta de Paypal que Kaleb y su madre, Kristy Jo Hall, habían abierto para la Sra. Singleton.

¿Tienes alguna amistad que supere las barreras de la vida? Nos encantaría escuchar lo que piensas respecto a la historia de Kaleb y K.J. Siéntete libre se usar la sección de comentarios para contar algunas de tus historias personales. Recuerda compartir este artículo, historias como esta siempre motivan a los demás a hacer cosas increíbles.