Mientras la mamá se distrajo, niño pequeño causa daños por US$ 100.000
Ago 16, 2019 by apost team
Los padres tratan de estar atentos a sus hijos, pero no siempre es tan fácil hacerlo. Cuando los adultos llevan niños a un restaurante, un supermercado o una oficina, las distracciones se dan más fácilmente. Mamá o papá están momentáneamente distraídos y pierden de vista a sus pequeños por un período corto de tiempo.
Desafortunadamente, a veces no se necesita de mucho tiempo para que un niño se meta en problemas. Y otra veces, el problema viene con un costo enorme.
Hace poco, una mamá llevó a su hijo Troy, de cinco años, a la boda de una amiga en la ciudad de Kansas. Durante toda la ceremonia, Troy permaneció tranquilo y se comportó muy bien.
Cuando la celebración terminó, Amanda, la mamá, tomó de la mano a Troy y fueron a la recepción. Amanda dejó de vigilar al pequeño por unos segundos mientras se despedía de los novios. Troy deambuló hasta la entrada de la sala donde una hermosa escultura de vidrio llamó su atención.
Tocó la estatua y sin querer la tumbó.
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Como todos sabemos, el vidrio no soporta bien los impactos. La escultura quedó destruida en cientos de pedazos luego de caer contra el piso.
Amanda escuchó el ruido y se apresuró por llegar a la escena. La preocupación la abrumó porque temía que Troy se hubiese lastimado. Afortunadamente, el niño solo había sufrido pequeños rasguños.
Pero otro problema surgió: el dueño de la pieza de arte se acercó y le demandó a Amanda que pagara por la pérdida. Y el daño alcanzaba las seis cifras.
La escultura de vidrio tenía un valor de más de US$ 130.000. 41 Action News informa que la compañía de seguro del salón de la recepción no pagará el reclamo ya que claramente Troy ha causado los daños.
La mamá de Troy reclama que la escultura no estaba protegida de forma apropiada. Puede tener razón cuando pregunta cómo una pieza de tanto valor no estaba protegida con una barricada o cubierta con un plexiglass protector.
Pero, otra vez, ¿cómo era el dicho popular? El que rompe, paga. Los padres son responsables por las acciones de sus hijos. Y este incidente puede servir de recordatorio para que trates de nunca perder de vista a lo que están haciendo tus hijos.
Tus amigos y familiares podrían beneficiarse de la lección que nos deja este caso de la escultura hecha añicos. Comparte la historia con ellos. Así, con suerte vigilarán en todo momento a sus hijos en lugares donde se puedan encontrar objetos de mucho valor.