Madre carga por primera vez a su bebé de 365 gramos dos semanas después del parto

May 21, 2020 by apost team

Naomi Joy Bakker nació en 2016, quince semanas antes de lo previsto. Pesó apenas 365 gramos, así que fue una de las bebés más pequeñas que se hayan registrado. Finalmente los padres de Naomi tuvieron la oportunidad de tenerla entre sus brazos, dos semanas después de su nacimiento.

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Por fortuna, actualmente la tecnología en el campo de la medicina permite que la mayoría de los partos tengan buenos resultados. Sin embargo, en casos extremos como este, todo el proceso del parto se hace mucho más complicado. Los equipos médicos tienen que superar todos los problemas de salud y compensar muchas deficiencias que no suelen estar presentes en los nacimientos normales. En esta oportunidad te vamos a presentar el caso de Naomi Joy Bakker.

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Pequeña pero picosa

Cuando Naomi Joy Bakker nació, pesó apenas 365 gramos, uno de los pesos de nacimiento más bajos de los que se tenga registro. De hecho, era tan pequeña y frágil, que al principio los médicos no permitieron que sus padres la cargaran. Solo podían observar cómo los médicos y enfermeras se esforzaban al máximo para salvaguardar la vida de su pequeña, conectándola a equipos de soporte vital de todo tipo, para regular su temperatura, su ritmo cardíaco y su respiración.

Las primeras horas después del parto fueron caóticas: los médicos le pusieron a Naomi una cubierta protectora, que le permitía a sus padres tocarla con mucha suavidad, mientras le decían palabras de consuelo y amor. La lucha de Naomi por su vida apenas acababa de empezar. Sus padres se mantuvieron firmes en su compromiso, y en la certeza de que su pequeñita iba a poder superar su difícil llegada al mundo.

Amor de madre

Por varias semanas, Naomi tuvo que permanecer con un equipo de soporte vital. Tenía lámparas de calor que regulaban su cuerpecito, y un respirador que hacía el trabajo que no podían hacer sus pulmones. Los datos sobre su ritmo cardíaco, su respiración y su temperatura aparecían en las pantallas LED. Los aparatos incluso avisaban cuando la bebé necesitaba que le cambiaran el pañal. Las enfermeras, los doctores y todo el personal médico trabajaron incansablemente, vigilando a Naomi las 24 horas del día, para garantizar que tuviera todo lo necesario para poder sobrevivir.

Fue una batalla bastante dura. A lo largo del proceso, su papá y su mamá permanecieron a su lado, hablándole o tocándola cuando podían. Sin embargo, todavía no les permitían cargar su frágil cuerpo para consolarla de una forma más íntima.

Muchas manos + esfuerzo monumental = buenos resultados

Como se puede imaginar, el equipo tuvo que hacer un gigantesco esfuerzo para coordinar el momento en que su madre, Angela, iba a poder cargar a Naomi por primera vez. Ocho especialistas de la unidad de terapia intensiva neonatal unieron esfuerzos para brindar asistencia, mientras Angela sostenía a su preciosa hija en sus brazos, con mucho nerviosismo. Angela quedó perdidamente enamorada desde el primer momento en que sintió su piel.

El personal determinó que Naomi iba a tener que pasar 128 días más en terapia intensiva, antes de poder irse a casa. Durante todo ese tiempo, Angela visitaba el hospital a diario, para poder pasar tiempo con su hijita, forjando una conexión tan hermosa como necesaria.

Actualmente Naomi es una niña feliz y balanceada, a la que le encanta sonreír, abrazar y besar a todo el mundo. Esta pequeñita esparce su calor y su alegría dondequiera que va. Comparte esta inspiradora historia para llevarle un rayo de esperanza a tus amigos.