Los médicos creían que estaba embarazada, pero en realidad tenía un quiste de 26 kilos

Mar 28, 2019 by apost team

Siempre escuchamos historias sobre enfermedades y problemas médicos que no son diagnosticados. A veces pasan años antes de que se descubran las causas de las enfermedades. Y a veces se hacen diagnósticos totalmente equivocados.

Te vamos a contar el caso de Keely Favell. Cuando notó que estaba aumentando de peso sin razón aparente, empezó a preocuparse. Supuso que era algo normal, así que se tomó las cosas con calma. Pero al poco tiempo, su estómago empezó a crecer. Se hizo varias pruebas de embarazo, pero todas daban resultados negativos. Y su barriga seguía creciendo...

La gente se dio cuenta de la situación y empezaron a preguntarle cuándo iba a tener al bebé, cosa que le avergonzaba muchísimo. Las cosas empezaron a ponerse más feas cuando Keely se desmayó varias veces en el trabajo. De inmediato, buscó asistencia médica. Al principio, su doctor le dijo que todo se debía al estrés; después dijo que podía deberse a los medicamentos que estaba tomando para combatir el acné.

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Dejó de tomarse sus pastillas para el acné por un tiempo, pero las cosas no mejoraron. Así que se hizo más exámenes. Los exámenes de sangre revelaron que definitivamente no estaba embarazada, pero su doctor insistió en que debía estar en estado. Para terminar con todo el asunto, decidió hacerse un ultrasonido.

Lo que descubrieron dejó atónitos a todos los especialistas. Los técnicos que hicieron el ultrasonido se alarmaron de inmediato.

Keely recibió los resultados del escaneo, los cuales revelaron la cruda realidad. No había aumentado de peso a causa de un embarazo, sino por un enorme quiste. Un médico especialista ordenó que la sometieran a una delicada cirugía lo antes posible.

La operación duró cinco horas. El quiste era tan grande, que el cirujano tuvo que abrirle una incisión desde el hueso pélvico hasta el pecho. Cuando lograron extraer el quiste, comprobaron que pesaba 26 kilos. Tras la intervención, Kelly se recuperó satisfactoriamente.

Finalmente se liberó de todo ese peso adicional y pudo cumplir con sus tareas cotidianas con mucha más facilidad. Conducir y dar un paseo dejaron de ser misiones imposibles.

El quiste había aparecido en uno de los ovarios de Kelly. Muchas mujeres sufren de quistes en los ovarios, pero no presentan dolor o, cuando lo presentan, se lo atribuyen a algún calambre. Sin embargo, otras mujeres sí sufren dolor severo, inflamación abdominal, hirsutismo facial (crecimiento del vello en la cara) o ciclos menstruales irregulares.

La mayoría de los quistes desaparecen por sí solos, pero todas las mujeres deberían hacerse chequeos periódicos para evitar complicaciones.

En cuanto a Kelly, actualmente está bien de salud. El trauma por el que pasó no va a impedirle tener hijos en el futuro.

¿Alguna vez has recibido un diagnóstico médico incorrecto? ¡Cuéntanos tu historia en la sección de comentarios! Y comparte este artículo con tus amigos y familiares para hacerles entender lo importante que es someterse a chequeos médicos regulares.

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