Los adultos que sufrieron un trauma cuando niños tienden a tener estos 5 rasgos conductuales

Dic 17, 2018 by apost team

Un trauma en la infancia puede ocurrir en muchas situaciones diferentes. Si un niño empieza a sentirse indefenso o inseguro, eso puede desencadenar un trauma. Esto puede ser por abuso verbal, sexual o físico; separarse de sus seres queridos, ambientes inseguros, negligencia, enfermedades graves, intimidación e incluso procedimientos médicos.

Según el estudio "Association of Childhood Trauma Exposure With Adult Psychiatric Disorders and Functional Outcomes" (Relación de trauma en la niñez con trastornos psiquiátricos en la adultez y consecuencias funcionales), publicado por un equipo de investigadores de la Asociación Médica Estadounidense, cuando el niño que experimentó un trauma alcanza la edad de adulto, el trauma no desaparece. El cerebro crece más rápido desde el nacimiento hasta los 6 años de edad. Cuando el trauma ocurre durante este crecimiento, por lo general no es tan fácil de eliminar u olvidar.

La mayoría de los niños que sufren de traumas ni siquiera son conscientes de cómo está afectando su vida. Esto es porque está enterrado en su subconsciente. Algunas personas asistirán a sesiones de terapia donde resurgirán sus recuerdos del trauma. Este es un paso vital para recuperarse del trauma, pero también puede ser muy abrumador.

Aquí hay cinco comportamientos de adulto de alguien que experimentó un trauma cuando era niño:

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Muchas veces, el trauma puede contribuir con los trastornos de ansiedad social (TAS). El estudio "An analysis of early developmental trauma in social anxiety disorder and posttraumatic stress disorder" (Un análisis del temprano desarrollo de trauma en trastornos de ansiedad social y trastornos de estrés postraumático), publicado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica, examinó a individuos con trastorno de ansiedad social para encontrar una correlación con traumas infantiles. El abuso por parte de los padres, como los insultos, la agresión verbal y la denigración están directamente relacionados con la aparición de los trastornos de ansiedad. Esto también es cierto con la negligencia emocional.

Abandonar no es algo que la gente usualmente busca hacer. Por lo general, ocurre cuando alguien está ansioso o asustado. Las personas con TAS tienden a sentir que los demás los están observando y juzgando constantemente. Es por eso que prefieren no estar cerca de otras personas. Quieren evitar sentirse así por completo.

Tanto las personas con ansiedad como las que no la tienen siguen aprendiendo. Una persona ansiosa lucha con olvidar eventos o lecciones con las que se han encontrado mientras que para una persona que no tiene problemas de ansiedad esto no será una tarea difícil.

Por ejemplo:

Dos personas diferentes recibieron una evaluación de su desempeño, y no fue positiva. Ahora, deben reunirse con su gerente para discutir su revisión.

La persona que no tiene problemas de ansiedad va a percibir esto como un evento neutral y no se sentirá amenazada por ello a menos que se le diga lo contrario. La persona que sufre de ansiedad comenzará a sentir pánico por la reunión con el gerente y por recibir comentarios negativos adicionales.

Puede que incluso llegue al punto en el que no pueda pensar en nada más que en la reunión. Podría permanecer así, en este estado de pánico, hasta que alguien más le ayude.

Te darás cuenta de que el trauma fuera del cuerpo puede causar que la reacción de fuga o de lucha surja. Ejemplos de este tipo de trauma serían el estrés, la agresión y el abuso. Las hormonas del estrés, norepinefrina y cortisol, comenzarán a inundar el cuerpo para poder defenderse. Cuando esto sucede, el cuerpo se pone tenso.

Una de las desventajas de esto es que una vez que se resuelve la situación estresante, la tensión no siempre desaparece. Cuando el cuerpo se estresa y se tensa, el sistema neural de tu cerebro se mantiene alerta y listo para reaccionar. No es algo que puedas apagar. Es una respuesta automática con la que tu cuerpo quiere estar preparado para lo desconocido.

El estudio "The Biological Effects of Childhood Trauma" (Los efectos biológicos de traumas en la niñez), publicado por Michael D. De Bellis (profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento, Universidad de Duke, Durham, Carolina del Norte) y Abigail Zisk A.B., del Centro Nacional para la Información Biotecnológica, examina cómo una persona que ha sufrido un trauma en la niñez tiende a tener malos resultados a lo largo de su vida.

Por lo general, no sobresalen en entornos académicos y esto lleva a que se les presenten menos oportunidades en la vida que a los demás. También se enfrentan a la imposibilidad de ganar un salario digno por ello.

También se ha encontrado una semejanza entre el estrés traumático y el estatus socioeconómico. Es un 65% más probable que las personas que vienen de un pasado sin oportunidades hayan sufrido traumas cuando eran niños.

Es normal evitar las cosas que nos asustan, pero las personas que sufren de traumas cuando son niños usualmente llevan la evasión al siguiente nivel. Algunas personas temen ir al dentista, pero aun así lo hacen. Esto se debe a que su cerebro sabe que los beneficios superan al miedo que sienten.

Las personas que sufren traumas cuando son niños tienden a dejar que el miedo gobierne su vida y la forma en la que viven. Incluso pueden programar una cita con el dentista porque tienen buenas intenciones, pero pueden ceder al impulso de evitar ir. Su miedo los paraliza. No pueden evitar sentir una gran sensación de evasión en el momento en que se sienten amenazados. Esto tiene un efecto severo en la calidad de su vida.

Si conoces de algún niño que esté siendo maltratado, ponte en contacto de inmediato con las autoridades o con los servicios de protección infantil de tu zona.

La edad no es un factor determinante, ya que las heridas pueden empezar a sanar a cualquier edad. Puede parecer difícil buscar tratamiento, pero definitivamente vale la pena.

Aquí hay 4 cosas que alguien con un pasado traumático puede hacer para comenzar el proceso de curación.

Necesitas hacer la conexión con los demás para mantener relaciones. Trata de evitar estar solo o sola.

Cualquier actividad física siempre ayuda a aliviar el estrés.

Si tu cuerpo está sano, puedes reducir tu estrés más fácilmente, incluso los niveles de estrés asociados con el trauma.

Asegúrate de dormir lo suficiente, un mínimo de 7 horas cada noche. Trata de no tomar alcohol y evita las drogas. Toma decisiones inteligentes al comer y trata de mantener una dieta balanceada. Todo esto puede ayudarte a reducir el estrés.

Puedes sentir mucho estrés y ansiedad, pero aun así controlar tu cuerpo. Reduce tus niveles de agitación prestando atención a tu respiración. Incluso puedes hacer meditación. Trata de tomar 60 respiraciones y concéntrate en la exhalación de cada respiración.

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