La gata callejera no acepta ningún alimento que no esté en una bolsa. Cuando la siguen a su casa, finalmente entienden por qué

Dic 03, 2018 by apost team

No existe un amor igual al de una madre. Si tienes la suficiente suerte como para tener una relación duradera con tu madre, sabes lo increíble y especial que esta puede ser. Sin embargo, esto no aplica solo a las madres humanas. Madres de todas las especies, incluso aquellas con pelaje y cuatro patas, pueden ser igual de maravillosas y afectuosas como las de nuestra especie.

Una vez que los bebés nacen, el lazo entre la madre y el bebé es milagroso e incomparable. Esta gata de la calle no es la excepción. Su nombre es Dongksuk. Aunque es una gata salvaje, suele aceptar comida de una mujer del vecindario.

A medida que el tiempo pasaba, la mujer empezó a notar algo raro en la gata callejera.

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Si se le ofrecía comida de un plato o de una bandeja, sencillamente la ignoraba a pesar de estar evidentemente hambrienta.

¿El método preferido de la gata para recibir comida? Una bolsa plástica.

Si se le ofrecía comida en una bolsa, la gata amablemente lo aceptaba y se iba con ella en la boca. Por eso la mujer empezó a entender que tenía que traer una bolsa especial de comida para esta gata en particular cuando iba a alimentar a los gatos de la calle.

Pero siempre se preguntaba qué era lo que sucedía con Dongsuk. Su curiosidad le ganó un día y decidió ir a ver dónde la gata llevaba la bolsa de comida. Tomando el asunto en sus propias manos, le llevó a Dongsuk una bolsa de comida y la siguió hasta donde la llevaba. Lo que la mujer descubrió fue impresionante e increíble.

Dongsuk no estaba tomando la comida para guardarla para ella para más adelante. En cambio, ¡solo tomaba bolsitas de comida porque eso implicaba que se las podía llevar a su gatita!

¡La mujer descubrió que Dongsuk era una madre!

Eventualmente descubrió que la gata había dado a luz a una camada de gatitos, pero cuatro no sobrevivieron. La bebé restante era la gatita que Dongsuk estaba tratando de alimentar con las bolsitas de comida.

La gatita era idéntica a Dongusk, ambas pertenecían a la familia de los gatos color naranja atigrados. La mujer observaba mientras Dongsuk colocaba la bolsa de comida frente a su hija y le permitía comer todo lo que quisiera hasta que ya no tuviera hambre.

Cuando la mujer se dio cuenta de lo protectora y afectuosa que era esta gata con su último bebé sobreviviente, supo que tenía que hacer algo.

Esta extraña mostró verdadera compasión por estos animales y es sorprendente verlo. ¿Harías lo mismo por esta gata de la calle? ¿Conoces historias similares sobre otros animales? ¡Cuéntanos en los comentarios y comparte esta maravillosa historia con otros amantes de animales que conozcas!