Compró un sofá usado que tenía más de 43.000 dólares en efectivo, pero devolvió todo el dinero

Jun 16, 2020 by apost team

Seguramente has oído aquel viejo refrán que dice "el que se va a la villa, pierde su silla". Eso significa que tener la posesión física de algo nos permite reclamarlo. Aunque eso puede ser cierto, la expresión también tiene un contrapeso moral.

¿Cuál pesa más para ti? Un hombre encontró la respuesta a esa pregunta después de descubrir un montón de dinero escondido en el sofá usado que había comprado.

La mayoría de las tiendas de segunda mano clasifican los artículos donados para determinar si son aptos para la reventa, y luego les ponen el precio y los exhiben. No suelen revisar los artículos para ver si el dueño anterior dejó algo. Por eso se pueden encontrar cosas muy interesantes en el bolsillo de un abrigo de segunda mano.

Howard Kirby fue a una tienda de segunda mano y compró un sofá usado que venía con una otomana. Probablemente esperaba utilizar algunas piezas de repuesto, y deshacerse de algunas migajas de galletas rancias antes de poner los muebles en su casa. Nunca se imaginó que encontraría fajos de dinero en efectivo.

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Cuando la hija de Howard se sentó en la otomana por primera vez, notó de inmediato que era muy dura e incómoda. Decidió investigar, ya que la tapicería se podía abrir, y descubrió que la dureza se debía a las pilas de billetes que tenía.

En total, la familia Kirby encontró 43.170 dólares metidos entre los cojines de ese viejo sofá usado, tal como informa WTVR. ¿Qué iban a hacer con eso? Howard se planteó esa pregunta, porque quedarse con el dinero era una gran tentación. Pero decidió hacer lo que lo hiciera sentir bien.

Contactó a un abogado y descubrió que no tenía ninguna responsabilidad legal de devolver el dinero. Según los estándares legales, el dinero era suyo, y podía hacer lo que quisiera con él. Sin embargo, eso no le hacía sentir bien moralmente. Quería hacer lo correcto, no lo más fácil.

Según la WTVR, se propuso averiguar quién había entregado el sofá, y descubrió que el nombre de la donante era Kim Fauth-Newberry. El sofá había pertenecido a su abuelo.

Kim decidió donar el sofá, ya que no tenía espacio suficiente en su casa. Sin embargo, no tenía idea de que su difunto abuelo lo había llenado de billetes. En el video puedes ver la reacción que tuvo la mujer cuando le devolvieron el dinero.

Rick Merling, el gerente de la tienda de segunda mano, quedó sorprendido por los acontecimientos, y se sintió inspirado. Howard Kirby pudo haberse quedado con el dinero y usarlo, pero no lo hizo. Antepuso su moral a sus propias necesidades, y le devolvió el dinero a su legítima propietaria.

¿Qué hubieras hecho tú si hubieras estado en los zapatos de Howard? ¿Alguna vez te has enfrentado a una decisión como esa en la vida real? Nos encantaría escuchar tus opiniones. No te olvides de compartir esto con tus amistades, para que todos reflexionen.