Madre adolescente prefiere la vida de su futuro bebé en lugar de hacerse un tratamiento de cáncer, muere meses después de perder a su bebé recién nacido

Mar 18, 2019

Briana Rawlings estaba que bailaba de alegría cuando se enteró de que pronto traería a una nueva vida al mundo. Pero 17 semanas después, en pleno embarazo, Briana recibió noticias devastadoras. La joven futura madre fue diagnosticada con una agresiva forma de cáncer en la sangre conocido como leucemia de células NK.

La joven madre no estaba lejos de llegar la mitad de su embarazo cuando se enfrentó con el dilema de decidir entre la vida de su hijo y la protección de su propia salud.

Brianna eligió renunciar al tratamiento que posiblemente le podría salvar la vida. En lugar de eso continuaría con el embarazo con la intención de brindarle a su futuro hijo la oportunidad de vivir una vida sana. La triste realidad de la situación es que tanto la madre como el hijo perderían la vida. Sin embargo, hay algo de consuelo en el hecho de que Brianna pudo sostener a su bebé y bañarlo con todo el amor que tenía para él.

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Brianna nombró a su hijo Kyden, y aunque el pequeño bebé solo vivió 12 días, recibió amor suficiente para una vida entera. Es difícil contener las lágrimas al ver a una debilitada Brianna mecer a un pequeño bebé en sus brazos. El amor en sus ojos al ver a Kyden es algo que nunca olvidarás.

Brianna actuaba como una madre aun antes de que su hijo naciera. Incluso estaba dispuesta a intercambiar su propia vida por la vida de su hijo para darle una oportunidad para que viviera. Al final, su decisión le trajo más dolor, pues también tendría que sufrir el dolor de perder a Kyden. Sin embargo, Brianna no se derrumbó por la pérdida. De hecho, perder a Kyden hizo que su propia batalla por sobrevivir al cáncer se renovara.

Brianna le prometió a Kyden que lucharía para vivir. Finalmente perdió la batalla contra la mortal enfermedad el 29 de diciembre. Murió cuatro días después de su cumpleaños número 19. La valentía de Brianna y el amor que tenía por su hijo fueron una gran fuente de inspiración para su familia. La pérdida de la joven madre y su hijo los ha devastado.

Kourt, la hermana de Brianna, admite que no puede pensar en su hermana sin sucumbir ante todo el peso de la emoción.

Las complicaciones para Kyden comenzaron tres meses antes de la fecha de parto. Brianna contrajo una infección en la sangre y los doctores temían que pudiera ser trasmitida al niño en gestación. Los médicos decidieron que el niño nacería de inmediato vía cesárea.

Kyden estaba dotado del mismo espíritu luchador que tenía su madre. Llegó a este mundo llorando y fue capaz de llenar sus pulmones con aire mucho antes de que hubiera podido ser posible. Para Brianna, los 12 días que pasó con Kyden fueron los mejores días de toda su vida.

Brianna soportó dolor y una enfermedad para convertirse en madre. Siempre fue su sueño tener una familia. Una vez que su hijo falleció, este le infundió la fuerza para que continuara su batalla. Brianna creía que iba a ganar su lucha contra el cáncer y sentía que su salud estaba mejor que lo que había estado en mucho tiempo.

Durante un tiempo, pareció como si Brianna iba a ganar su lucha contra la enfermedad. Había una notable mejoría en sus niveles de sangre y estaba trabajando duro para recuperar la fuerza que le permitiría utilizar sus piernas otra vez. Incluso se fortaleció lo suficiente como para dar paseos lejos del hospital.

A pesar del espíritu de Brianna y de su lucha, su condición eventualmente dio un giro para peor. Los médicos prefirieron no usar el trasplante de médula ósea que habían considerado para Brianna. En lugar de eso, optaron por tratar su condición con un nuevo medicamento que estaba en período de prueba.

Los médicos creían que el medicamento lograría salvar la vida de Brianna, pero el costo era una impresionante cifra de $1.000 a la semana. La familia de Brianna empezó a trabajar para juntar el dinero necesario para el tratamiento, de modo que lo recibiera sin interrupción. Por desgracia, Brianna solo recibió dos dosis del medicamento antes de sucumbir a la enfermedad.

Brianna Rawlings no logró pasar demasiado tiempo en la tierra. Sin embargo, proporcionó una luz única al mundo mientras estuvo presente. Brianna enseñó a aquellos que tuvieron la fortuna suficiente de presenciar su viaje que la fuerza puede residir en la valentía. También les enseñó que la esperanza se puede mantener incluso en los momentos más oscuros.

¿Qué opinas de la decisión de Brianna de salvar la vida de su bebé en lugar de recibir un tratamiento de cáncer? ¿Habrías hecho lo mismo? Cuéntanos en la sección de comentarios y no dudes en compartir la historia de Brianna, ¡su arrojo será una inspiración para otros!