Las brutales reglas de Einstein a su esposa que dan asco a las mujeres hoy día

May 08, 2018

Albert Einstein fue un genio, sin duda, pero eso no significa que haya sido un buen marido. Aunque sus cartas de amor te puedan convencer de lo contrario, la verdad es que le puso reglas muy duras a su esposa, Mileva Maric. 

Probablemente no lo sepas, pero Maric era también una gran científica. Conoció a su marido en el Instituto Politécnico de Zúrich y fue una de las pocas mujeres que estudió allí.

Los dos estuvieron juntos 11 años y tuvieron 2 hijos: Hans Albert y Eduard. Einstein, desesperado por intentar salvar su matrimonio, creo una lista de exigencias a su mujer. Quería que estuvieran juntos por el beneficio de los niños, pero estas reglas no serían aceptables hoy día.  

Primero, Einstein quería que su esposa fuera su sirvienta, y no quería que esperara ningún afecto o aprecio a cambio.

Su trabajo era cocinar 3 comidas al día y cuidar de las tareas domésticas.

Él estaba al mando. Si él le pedía que se fuera de la habitación o se callara, ella tenía que obedecer.  

La lista entera

- Limpiar la casa ella sola

- Llevarle 3 comidas caseras a su despacho cada día

- Limpiar su oficina, pero no usar su escritorio

- Limpiar y doblar la ropa

- Nunca pedirle pasar tiempo con él

- Renunciar a todas relaciones personales con él

- Callarse si él se lo pedía

- Nunca criticarle ni cuestionarle

- Dejar la habitación si él se lo pedía

- Nunca "humillarlo" para evitar dañar su reputación con sus hijos

Einstein creó esta lista en 1914, pero incluso entonces parecería cruel.  

Afortunadamente, Maric se defendió y no permitió ser maltratada de esta forma. Hizo las maletas y dejó su casa en Berlín, yéndose con sus hijos.

Increíblemente, a Einstein no le preocupó que se fueran, y casi ni se dio cuenta. Llegó incluso a decir que vivía "en su gran apartamento con total tranquilidad". Fue después de que Maric pidiera el divorcio que su temperamento empeoró.  

Tras el divorcio, se casó de inmediato con su primera prima, Elsa.

Einstein había formado una relación con ella en 1912, por lo que es posible que hubiera engañado a Maric desde entonces. Einstein le impuso las mismas reglas a Elsa, y ella aceptó. Su esclavitud no le impidió que la engañara con su secretaria: Bette Neumann.

Einstein y Elsa se fueron a América 1935 y ella murió un año después. No pareció importarle: "Vivo como un oso en mi osera... Esta forma de ser sólo ha sido aumentada tras la muerte de mi colega esposa, quien era mejor tratando con la gente que yo."  

Aunque Einstein fue una persona terrible, se le conoce por su brillantez. La carta de Einstein sobre la "teoría de la felicidad" se vendió recientemente por 1000 millones de dólares. Esta carta reza: "una vida tranquila y humilde trae más felicidad que el propósito del éxito y la constante intranquilidad que viene con él".

¿Sabías esto sobre Einstein? Sorprende a tus amigos con su lado oscuro mostrándoles este artículo.