15 razones por las que NUNCA, JAMÁS debes adoptar a un pastor alemán

Jul 18, 2018

Los pastores alemanes tienen una mala reputación entre los propietarios de perros. Son bestias agresivas que no pueden ser domesticadas ni entrenadas y nunca deben estar cerca de los niños, perros u otros animales. Bueno, ¿sabes qué? Estamos de acuerdo. Aquí tienes todas las razones por las que nunca debes considerar el adoptar uno de estos monstruos:

Son criaturas feroces.

Incluso cuando son cachorros, los pastores alemanes tienen tendencias agresivas. Solo mira a los dos que están en la foto de arriba, ¡prácticamente se están comiendo el uno al otro vivos!

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No son los perros más atractivos.

Digo, esta foto habla por sí misma, ¿no es así? ¿Quién quiere un perro que se vea así? Yo no, tenlo por seguro.

Los rumores indican que pueden ser malos con los niños.

Si una cosa es segura, es que no es inteligente dejar a un pastor alemán cerca de un bebé o un niño. Todos sabemos que estos son unos perros peligrosos.

Parece que no se pueden llevar con otros animales.

Si tienes otras mascotas o planeas tener una en el futuro, esta es otra razón por la que debes evitar adoptar un pastor alemán. Otros animales tienden a no gustarles a los pastores alemanes y, en algunos casos, incluso pueden volverse hostiles con ellos.

Tampoco se llevan bien con otros perros.

Es una realidad infortunada que los pastores alemanes no se llevan con otros tipos de perros y viceversa. Nunca pongas a un pastor alemán y a otro perro en la misma habitación juntos, ¡nada bueno puede salir de eso!

Es muy caro mantenerlos.

Puedes irte despidiendo de un hogar tranquilo y pacífico si adoptas a un pastor alemán. Si lo haces, irán rebotando entre todas las paredes y no te dejarán dormir para nada. Solo mira a este, ¡molestando a su dueña mientras ella está intentando trabajar!

Tienen un extraño tic nervioso.

Por alguna razón, ellos constantemente inclinan su cabeza hacia los lados, ya sea que les estés hablando, cantándoles o simplemente observándolos. ¡Es como si se estuvieran burlando de ti!

No les gusta viajar.

Todo buen perro ama un buen paseo en carro con su dueño. Pero este no es el caso con los pastores alemanes. Son muy poco cooperativos cuando intentas subirlos a tu carro y pueden hacer del paseo un completo infierno.

Son muy groseros.

Es una tendencia común de los pastores alemanes es el ser groseros con sus dueños o con otros animales. Esto es lo último que quieres de tu mascota, así que quizá debas reconsiderar una raza diferente antes de tomar la decisión de adoptar un pastor alemán.

Son muy desordenados.

Los pastores alemanes generalmente tienen la tendencia de crear mucho desorden para sus dueños, y no creo que quieras lidiar con algo así. Es muy probable que rompan o jueguen con las cosas y las dejen ahí para que tú seas quien las levante.

Son narcisistas.

Los pastores alemanes creen que son lo mejor que hay después del pan rebanado. Esa es una de las razones por las que siempre se están observando en el espejo, recordándose lo hermosos que son. ¡No tienen nada de lindos!

No escuchan.

Si algo es verdadero de los pastores alemanes, es que es imposible enseñarles algo y que incluso son desobedientes. Es importante tener un perro que sepa escuchar y obedecer órdenes, ¿o no?

No les gusta que los abraces

Todo buen propietario de un perro disfruta de abrazar a su perro, pero todos saben que los pastores alemanes no se dejan abrazar, como en la foto de arriba. De hecho, ¡son conocidos por evitarlo a toda costa!

Seamos honestos...no envejecen bien.

Una de las peores partes de este perro es que no cambian para nada con la edad. Ellos se ven como adorables cachorros que no envejecen (y algunas veces actúan como uno también).

Lo más importante: ¡NUNCA tengas dos!

Porque si tienes dos, querrás el tercero... y si obtienes el tercero, querrás el cuarto. ¡Nunca termina!

Hay muchas razones por las que debes evitar adoptar un pastor alemán. ¡Comparte esto con tus familiares y amigos para advertirles del peligro de adoptar una de estas viles bolas de pelo!